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7 nov 2013

"GRAVITY": La soledad sonora

Mi entorno cercano no gusta de la ciencia ficción. Es por ello que he ido solo a ver “Gravity”, la película del mexicano Alfonso Cuarón. Al contrario que a mí parece que al entorno de Alfonso Cuarón sí le gusta este género pues el guión de “Gravity” lo firma junto a su hijo Jonás a su vez también director de cine. A mí la película me ha gustado mucho y pienso que quienes me rodean se han equivocado en esta ocasión.

Que conste que en nuestros días el asunto que se plantea en el film escapa de mano a la consideración de utopía científica, pues en más de una ocasión los humanos hemos enviado naves al espacio exterior a fin de reparar satélites, corregir trayectorias, relevar astronautas en la estación espacial internacional; también es tal la basura que se acumula allí arriba que no es la primera vez que restos de satélites se han precipitado contra nuestro planeta o han impactado o podido impactar con otros ingenios espaciales fabricados por el hombre. Es evidente, pues, que la denominada ciencia ficción pierde en este film el adjetivo. Y así lo sostiene su director en cuantas entrevistas sobre la película se le han hecho. De manera que más que de película de ciencia ficción cabe hablar de película de catástrofe y suspense en un medio poco corriente, la termosfera.

La trama que desarrolla “Gravity” es la de un accidente sufrido por unos astronautas durante un paseo espacial fuera de su nave para reparar el Hubble. Sólo dos logran escapar a la lluvia de basura que se les ha echado encima mientras trabajaban. Una es la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock), una brillante ingeniera que está en su primera misión espacial. Su acompañante es el veterano astronauta Matt Kowalsky (George Clooney). Al quedar aislados deberán intentar regresar a la Tierra que se encuentra 600 kilómetros más abajo, y ellos flotan ingrávidos en el espacio.

De los dos actores antes señalados destaca y sorprende gratamente, por escapar de sus registros habituales, Sandra Bullock, la actriz que en los títulos de crédito de tantas películas haya aparecido: Mientras dormías, Miss Simpatía, Corazones robados, Mi novio quiere ser millonario, etc. llegando casi a encasillarse en un tipo de personaje, el de la mujer ingenua, joven y algo tonta que consigue a su chico porque ella en su inocencia verdaderamente lo merece. Sin embargo aquí vemos a una científica que lucha por su vida y utiliza sin tontería alguna sus muchos conocimientos. Más tonto y encasillado (en muchos otros filmes aparece con estas características) me parece en esta ocasión el personaje de Clooney, el hombre experimentado que se sabe guapo y que tontea un poquito con la mujer inexperta en cuestiones espaciales.

Dejando a un lado la más que posible y merecida nominación al óscar de la Bullock, el filme destaca por su cinematografía, por sus imágenes, que son de una suprema belleza: Nuestro planeta visto por estos astronautas, el sol que se oculta y vuelve a aparecer tras él, la envoltura de nubes que lo rodea, el azul de los océanos, etc. vistos en 3D a través de la mirada de Alfonso Cuarón nos reconcilia con nuestra condición humana: da gusto vivir, y estar vivos, para poder disfrutar de todo esto, ¡no lo destrocemos!

El título sintetiza el asunto que se narra: la lucha que unos cuerpos habituados a la gravedad han de mantener para poder recuperarla. O sea, la constante contradicción del ser humano: la gravedad que nos ata a la tierra también nos libra de peligros. Desde el punto de vista científico este tema está bien presentado: la velocidad constante al no existir fuerza que la frene es un elemento importante en la historia. El reto superado de la película es lograr presentar este estado de ingravidez de modo creíble merced a los efectos especiales utilizados.

Pero como suele ocurrir con las obras que no dejan indiferente a nadie, en seguida han surgido voces desautorizándola con el argumento de su alejamiento de la verdad científica (vid.  “Cinco cosas que ‘Gravity’ dejó ‘a la deriva’ de la realidad científica”). Estas objeciones no desmerecen las virtudes del film que, como dice su director y co-guionista, “No es un documental. Es una obra de ficción”. Y esto  hay quienes, bien leyendo una novela o viendo una película de ficción, lo olvidan sistemáticamente.

Nota: Muy interesante es la banda sonora en una película que plantea la soledad y el silencio espacial. De ella se ha encargado Steven Price. Si queréis, la podéis escuchar accediendo a esta página. Que la disfrutéis



2 comentarios:

  1. Buen comentario de un film magistral. Coincido en que no es ciencia-ficción en absoluto, si no un drama (de catástrofes, si se quiere añadir algo). Gran razón en que Bullock huye del encasillamiento pero Clooney no: por eso ella será nominada y él será de lo poco que no lo sea. A mí este film me maravilla porque, pese a contar con errores científicos, estos no son tan graves como para perjudicar a la narración y la experiencia sigue siendo única. Saludos.

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  2. De acuerdo en todo lo que dices, Juan.
    En otro orden de cosas, me encantan todos tus blogs: http://gramaticacomosedice.blogspot.com.es/, http://laestaciondelfotogramaperdido.blogspot.com/
    y alguno más que ahora mismo se me olvida.
    Un saludo cordial

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